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Cronología de un apocalípsis exitoso

• 26 de Junio de 1978. Me disponía a nacer; y francamente fue un poco frustrante, mi primer día en el mundo era complicado, apenas salía al exterior y ya me caía mi primer “marrón”. Mi cordón umbilical se había enrollado de tal forma y estuve así por tanto tiempo que tenían pocas esperanzas de que lo lograra. Pero…¡lo logré!.

• 1982. A mis cuatro años de edad entre varios médicos ya me habían matado, supuestamente tenía fibrosis quística o algo que impedía que me desarrollará bien, me llevaron a México, a Boston en EEUU y no daban con la tecla. Mis expectativas de vida según algunos eran muy pocas. Aún así era capaz de correr por toda la casa sin tocar el suelo.

• 1984. El gran reto, entraba en primaria. En mi primer día la maestra nos ordenó (si, uso la palabra ordenar) que escribiéramos en una hoja las letras que nos sabíamos. Así que yo lo hice la mar de orgulloso y confiado, siempre me habían dicho que era el niño más inteligente del mundo. Mi Maestra Luisa con una gran capacidad didáctica y la mala leche que le caracterizaba, dibujo una inmensa X en mi obra de arte, que venía poco más o menos a decir “menuda mierda has hecho”. Sin embargo en casa era capaz de hacer cosas maravillosas y con una gran creatividad. Mi opinión sobre el mundo y la manera en la que el mundo pre-establecido funcionaba empezaba a discernir.

• 1990. La edad del pavo, había sido un gran estudiante, sumiso, bueno, etc. Pero descubrí el álbum de Pink Floyd “Dark Side of the Moon” y Piece of Mind de Iron Maiden. Y de repente todos los muros que se habían levantado alrededor mío (estudiaba en un colegio católico) se convirtieron en dragones a los que derrotar, como los molinos de viento para el Hidalgo de La Mancha. Y…me dediqué durante años a romperlos todos, incluyendo un water que hice saltar por los aires gracias a un explosivo casero que funcionó a la perfección y del cual me siento muy orgulloso, mi profesora de química no fue capaz de reconocer mi talento.

• 1995. Fui expulsado de los Salesianos. Mi convicción de que el sistema educativo y que la educación formal era aburrida y no producía resultados era una realidad. Al menos para mí.

• 1997. La universidad… no coments!!! Fue la mejor época de mi vida, no recuerdo nada, pero fue la mejor. También fue el año de mi incursión en el mundo laboral y aquí sí que era todo fascinante!!!.

• 1998, a pesar de la era convulsa a nivel político y social en el país donde vivía, mi éxito en lo laboral empezaba a crecer. Yo no veía resultados inmediatos, solo dinero, pero había algo que se estaba forjando y que era necesario para los años venideros. Valores. Y me gustaba, a diferencia de lo que querían imponerme en mi educación básica, en este caso, tenían un sentido y era cuidar las relaciones humanas en beneficio de mi satisfacción personal y de los resultados de los negocios. A partir de aquí empecé a interesarme muy intensamente en el comportamiento humano y en los resultados que producían y cómo afectaba directamente a una cuenta de resultados. Muy curioso, de muy joven empiezas a ser muy meticuloso a la hora de calibrar a las personas para sacar el máximo beneficio. Quién lo diría dieciséis años después descubrí su nombre cuando me formé en Programación neurolingüística.

En esa misma época pensaba en hacer de todo, tenía energía para iluminar una ciudad entera. Se me metió en la cabeza incluso ser piloto, porque una de las películas de mi generación fue Top Gun. Pero alguien se encargó de decirme que “yo no podía”. Era pequeño, usaba unas gafas muy feas, era flacuchento, ¡vaya!, bastante diferente a Tom Cruise. Y por supuesto abandoné la idea.
Había olvidado que al principio de mi vida esto ya me había pasado, que las fuerzas externas me decían: Tú no puedes. Pero por alguna extraña razón, probablemente supervivencia, siempre salía adelante. Y crecí para contarlo. O mejor… dieciséis años después me hice piloto, solo por dejar claro que siempre he podido y siempre podré si quiero hacer lo que me salga del fondo del alma. Nadie puede decirte que no puedes.

• 2016. Después de pasar por varias empresas, en diferentes países y locaciones, diferentes culturas, diferentes formas de entender la vida. Y en las que he sido contratado, despedido, admirado, detestado, humillado y glorificado, de todas me quedo con los brillantes fracasos que al igual que en otras ocasiones me han enseñado que la vida es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.
Hoy trabajo para mí, tengo mi propia empresa de lo que me gusta y apasiona hacer, ayudo a la gente a que salga hacia adelante. Les mantengo en el camino para que cumplan sus sueños y voy ayudándoles a aprovechar y darle la vuelta a todos los que en sus vidas les han dicho alguna vez que no pueden, o que no son buenos, o que ya no son lo que la empresa necesita.
Mañana, cuando caiga el telón de mi obra, no me quedaré con la sensación de un ¿y si…?, He vivido, vivo y viviré siempre como he querido, ceñido a mi plan de vuelo, sin odios, sin rencores y con la pasión por vivir y con la humildad de saber morir como el capitán de mi alma. Como el dueño de mi destino. Responsable de que el ritmo de mi corazón sea el que debe ser en todos y cada uno de los momentos de mi vida.

¿Y si mañana te mueres, te sentirás como yo?

 

fotos post

Cena de navidad 2009, esperando mi salida magistral ante todas las personas asistentes a la cena.

Muchas risas!!!