Tu Coach or not...that´s the question!!!
"Para ir rápido puede ser mejor andar solo, pero para llegar lejos, mejor bien acompañado"
Juan Daniel Pérez Fernández.
Empieza la navidad, los buenos deseos y los propósitos para el próximo año. Una buena forma para alcanzar tus propósitos es haciendo un compromiso, ponerlo por escrito, pero muchas veces no es suficiente. En ocasiones debemos vencer barreras que ni siquiera somos conscientes de ellas, lograrlo depende de nuestra capacidad de resiliencia en parte, de nuestra constancia y muchas veces de tener alguien que nos haga de espejo, o de guía. Alguien que nos cuestione cosas que nosotros seríamos incapaces de preguntarnos, un Coach.
Me gusta cuando me preguntan: ¿a qué te dedicas? Y les respondo: tengo una consultora, ofrecemos servicios de formación, Mentoring y Coaching. Cuando suena la palabra Coach, los entendidos a veces le ves cara de decir, ¡vaya! uno más, otros, esbozan una ligera sonrisa interesándose muy mucho en ello y otros posiblemente neófitos pero muy seguros en su respuesta te dicen: ¡ah sí, como Melendi!, esto último es genial y da cuenta de la desinformación en ciertas ocasiones.
La anécdota que más me gusta para ilustrar mi trabajo, es una metáfora incluida en mi libro, y que es de Milton Erikson, padre de la hipnosis Eriksoniana y modelo para John Grinder y Richard Bandler, creadores de la PNL.
Cuenta Milton Erikson que vivía en una granja, estas típicas americanas de los años 30 y un día llegó un caballo, sin ninguna marca visible que indicara a quién pertenecía. Sin embargo Milton se decidió a devolvérselo a su dueño y para ello montó el caballo y lo dirigió a la carretera. Ahí dejó que el caballo escogiera a donde quería ir. Erikson solo intervenía cuando el caballo se detenía a pastar o se salía un poco de los márgenes de la carretera, manteniéndolo así en ella. Continuaron varios kilómetros hasta que llegaron a una granja donde se detuvo el corcel. Una vez ahí y al cabo de unos minutos salió el dueño del caballo y muy sorprendido por la inesperada visita y después de darle las gracias le preguntó: ¿cómo ha sabido que el caballo era de aquí?, a lo que Erikson le contestó: yo no lo sabía, ni sabía a dónde se dirigía, pero el caballo sí, yo solo tuve que mantenerlo en el camino.
Todos necesitamos un faro en algún momento de nuestra vida y el mejor es aquel que te guía sin revelar, que te mantiene en la carretera sin decirte a dónde ir, el que te ayuda a que consigas tus propias respuestas. De esta forma exploras tus propios recursos y encuentras fortalezas donde no sabías que existían, rompes creencias limitantes, te puedes alinear con tus valores, empiezas a ser congruente contigo mismo y tiendes un puente para alcanzar tus objetivos y tu dirección o misión en la vida. Esto es lo que hace un Coach, este es mi trabajo y...¡sencillamente me fascina!.
