Del fracaso al Post-it
"Cuando la gente confía en los demás, comparte sus éxitos y sus fracasos, lo que saben y lo que ignoran, el resultado de ello es la innovación".
En el post anterior hablaba sobre si era rentable el buen rollo en la empresa y quedaba demostrado al hacer la comparación entre el comportamiento de la General Electric de Jack Welch y Costco con James Sinegal, los resultados de una sana gestión impactaban directamente en los resultados financieros de la empresa.
En las organizaciones donde los empleados se sienten seguros y pueden colaborar abiertamente, se crea una cultura sólida que invita a compartir éxitos y fracasos y compartir estos últimos, aunque parezca raro es lo que produce grandes avances.
Spencer Silver estaba trabajando en su laboratorio intentando fabricar un adhesivo muy potente, lamentándolo mucho lo que creó accidentalmente fue uno muy débil.
Según todos los indicios vistos desde un punto de vista en el que estamos educados y en el que muchas veces se basa el liderazgo en algunas organizaciones, Spencer fracasó. Pero Silver no tiró su fracaso a la basura por vergüenza, no encubrió su pifia o fallo por miedo a perder su trabajo, ni la encerró bajo siete llaves con la esperanza de algún día aprovecharla. Lo que hizo fue que lo compartió con todos sus compañeros de la empresa por si le servía a alguien para otro proyecto.
Y eso fue lo que sucedió unos años después. Art Fry otro científico de la misma compañía, estaba ensayando en el coro de su parroquia y se sentía bastante frustrado por no poder mantener el punto del libro con el que estaba cantando, además se resbalaba, terminaba en el suelo y la página perdida como siempre. Pero se acordó del invento de su amigo y compañero Silver y se dio cuenta de cómo podía usarlo. Y así es como nació una de las marcas más conocidas de la historia con más de cuatro mil variedades vendidas en más de cien países.
Casi todo el mundo conoce el Post-it, pero no todo el mundo conoce la historia y la forma que tiene la compañía 3M de funcionar, a diferencia de otras compañías que desarrollan sus productos primero imaginándolos y luego fabricándolos en 3M gran parte de sus patentes se deben a que no existe una cultura de "lo mío", no se castigan los errores, ni existen los fracasos, el mismo Fry asegura que: "En 3M, somos un montón de ideas, nunca descartamos una, porque no sabemos cuando la puede necesitar otro".
La innovación en este sentido no es el mero resultado del pedigrí académico o de los conocimientos técnicos, es más bien consecuencia de una cultura colectiva, nace de la interacción. Un indicio claro de la cultura de compartir en esta compañía es que el 80% de sus patentes tienen más de un inventor.
Nada mas echar un vistazo a los productos que fabrica 3M y es asombroso cómo la innovación se propaga de un departamento a otro, os pongo un ejemplo: Los científicos que trabajaban en la creación de una pasta para reparar abolladuras de las carrocería en el sector de automoción, aprovechaban la tecnología que procedía de otro laboratorio donde fabricaban productos para odontología, partiendo de una sustancia que se utilizaba para implantes dentales. En otro ejemplo, una tecnología utilizada para abrillantar señales luminosas de tráfico se utilizaría para inventar "parches de micro agujas" que permiten la administración indolora de una inyección.
Cuando la gente confía en los demás, comparte sus éxitos y sus fracasos, lo que saben y lo que ignoran, el resultado de ello es la innovación. Natural, nuestra tendencia a condenar los fracasos y estigmatizarlos es una fuente de miedo, temor al conflicto y otras barreras que contribuyen solamente a matar la creatividad, sin embargo la cooperación y la contribución sin complejos ni temores como diría Melendi, son la mesa de diálogo de la creatividad y la innovación.
Juan Daniel Pérez Fernández